sábado, 11 de abril de 2009

Conocer a la muerte

Después de sin razón alguna tristear por mas de 15 días encontré una página que me hizo sentir un poco mejor, a todas mis desgracias y me hizo reflexionar un texto muy interesante, ¿Qué pasaría si todos conociésemos el día en que conociéramos la muerta?



La historia de "El último día", me motivó a disertar un poco sobre la vida, y lo poco que la valore, pero lo mucho que la respeto y más aún a las personas que les encanta, a mí por desgracia son pocas las cosas que me permiten continuar respirando, y por esas cosas aun me mantengo de pie.


La cosa es que creo que a muchos nos es importante saber que hacer el último día de vida, yo no había reflexionado en eso, pero a mi muy largos 25 años, prácticamente no conozco mucho, y me gustaría conocer más, si acaso no viajar por todo el mundo, al menos conocer algunas cosas que me rodean, el saber porque algunas personas se comportan de cierta manera, y el por qué esta sobreevaluada la vida, si prácticamente como dice José Alfredo Jimenez: "la vida no vale nada", y coincido con él, la vida es tan solo un parpadeo, parece tan larga y a la vez tan corta, que no se que hacer, por un tiempo estuve esperando a la muerte, y aun la sigo esperando, pero no con tanto ilusión, se que aún no me toca conocerla, por desgracia, pero bueno.


Creo que finalmente se cual es el motivo de mi depresión inexplicable, el hecho de saber que algunos amigos no resultaron ser tan amigos, el saber que la soberbia, ambición y prepotencia desmedida de algunas personas me han decepcionado, el ver como la raza humana es la única que se divierte aniquilándose por diversión, el hecho de que no he hecho todo lo que hubiera deseado a esta edad: no tengo un empleo estable, de hecho mi empleo me desagrada mucho, el hecho de no tener los títulos académicos que me gustaría, el no tener a la persona que todos buscamos: la compañera de toda la vida, el hecho de no tener las cosas que me hubiera haber gustado tener, el saber que de plano mi ausencia solo dañaría a unas cuantas personas, saber que soy prescindible, y que muchas de las cosas que he hecho en mi vida no han sido muy buenas, y que cada vez me parezco más a aquellas personas que de pequeño odiaba, creo que eso es lo que me entristece mucho.


He tratado de no cambiar mucho, pero por desgracia el odio que me mantenía sin problemas ahora ya me ha afectado, pues se ha desaparecido con el tiempo, y se ha extinguido tanto que ahora solo queda tristeza, quizá por saber que lo que me hubiera gustado tener lo que pensé hace muchos años a esta edad no se me ha dado, se que algunos podrán decir que soy afortunado, y lo entiendo, dicen que soy joven, que tengo un buen empleo, que tengo una carrera universitaria, que no he tenido problemas legales con nadie, y que poco he dañado mi cuerpo con sustancias toxicas, lo sé, he sido afortunado por la educación que mi madre me dio, pero poco me ha servido para ser feliz, si acaso no para meterme en problemas y seguir la normativa de la sociedad, pero eso no me satisface del todo.


No sé, me gustaría hablar con la catrina, y preguntarle sobre la hora en que deba acompañarla, creo que sería mejor, así quizá disfrute el tiempo que me queda, o tan solo me siente a esperarla como lo he hecho últimamente, pero no sé, igual y es mejor que me sorprenda, no lo sé.


Me toca, como a todos esperar, no hay de otra, esperar de nuevo, una vez más.

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